Después de unos ejercicios de sonido programados con un yate costero el submarino R-12 se dirigía a su base en Florida.
Pero quedaba un último ejercicio consistente en disparar un torpedo. Cuando se estaba realizando la operación llegó un aviso de la inundación de de la batería delantera del buque.
Se intentaron hacer todo lo posible por mantener a floto el sumergible pero en apenas en unos minutos se fue al fondo del mar. Unos pocos supervivientes de los 47 tripulantes y observadores pudieron salvarse.
En 2011 un equipo de exploración encontró el submarino sin poder conocer los motivos del accidente. Aunque una comisión de investigación sugirió que la inundación fue provocada por un tubo de torpedo.